En marzo, la Comisión Europea publicó su propuesta para responder al estímulo lanzado por EE.UU, el plan industrial europeo: Por un lado, la Ley de la Industria cero emisiones, diseñada para impulsar la manufactura europea de tecnologías neutrales en cuanto a emisiones de CO2; y, por otro, la Ley de materias primas críticas, para garantizar el acceso de la UE a materiales indispensables para una serie de sectores estratégicos que permiten la descarbonización y digitalización de la industria. En el primer caso, la Ley incluye objetivos para manufactura doméstica de productos como baterías, solar fotovoltaica, eólica, bombas de calor y electrolizadores; mientras que también introduce una forma de requisito de contenido doméstico EU. En el segundo caso, en la propuesta de Ley se identifican una lista de materiales estratégicos y críticos, y se impone la obligación a determinadas compañías de gran tamaño a realizar una auditoría de sus cadenas de suministro. Además, los países miembros tendrán que adoptar e implementar medidas nacionales para mejorar la recolección y reciclaje de dichos materiales. La UE tratará de expandir sus alianzas para ampliar su red de colaboradores y acuerdos de libre comercio, como los que tiene con Australia, Canadá y Chile. Asimismo, la UE publicó su propuesta de reforma del mercado eléctrico, que supone continuidad con el actual diseño de mercado.
Tras meses de negociaciones, la UE anunció a final de mes que ha alcanzado un acuerdo sobre la reforma de la Directiva de Energías Renovables, incrementando el objetivo de proporción de consumo eléctrico procedente de fuente renovable al 42,5% en 2030, desde el 32% actual y el 40% propuesto, e incluyendo provisiones para apresurar los procesos de concesión de licencias para los nuevos proyectos de energías renovables.
Adicionalmente, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPPC, por sus siglas en inglés), entidad científica sobre el clima de las Naciones Unidas, publicó su informe de síntesis para el 6º ciclo de valoración. El informe destaca que el límite 1.5°C es todavía alcanzable y describe acciones de mitigación y adaptación requeridas. Para mantener dicho límite de temperatura las emisiones de gases efecto invernadero necesitan hacer pico antes de 2025 y reducirse, como mínimo, un 43% en 2030 frente a 2019 y un 60% en 2035.
Volvemos a tener un mes de marzo activo en las emisiones de bonos sostenibles, ascendiendo el volumen a más de 62 billones de dólares americanos con un repunte en los emisores agencias, instituciones financieras y compañías industriales.
FUENTE: Elaboración propia, Bloomberg
Los índices de renta fija finalizan el mes de marzo con un comportamiento positivo, siendo el diferencial de 10 puntos básicos en beneficio de la renta fija no sostenible. El índice MSCI Euro Green Bond ha subido un 2,34% en el año frente al Euro Aggregate Total Return que ha subido un 2,06%.
FUENTE: Elaboración propia, Bloomberg
La renta variable ha experimentado una subida en este mes de marzo. El índice sostenible (DJ World Sustainability Total Return en euros) ha subido un 2,13%, mientras que el índice no sostenible (MSCI World Total Return Neto en euros) lo ha hecho un 0,59%.
FUENTE: Elaboración propia, Bloomberg
En marzo los volúmenes a renta variable con criterios ASG se contrajeron en 12 millones de dólares, dejando el acumulado del año en 6,5 billones. Las salidas de los fondos ASG norteamericanos por 14.5 billones afectaron a los saldos de entrada en Europa, Japón y emergentes. Por su parte, los fondos de RF con criterios ASG experimentaron salidas leves, inferiores al billón de dólares, dejando el saldo acumulado en 11 billones en 2023 y más que duplicando los flujos del 2022. Los flujos de salida se han dirigido a inversiones en merado monetario dado el nivel elevado de tipos en el corto plazo.
Evolución de la cartera en marzo:
En el mes de marzo, Ib. Pensiones Confianza Sostenible obtuvo una rentabilidad negativa del -0,48%, tras comisiones y gastos, con aportación negativa de la renta fija (-0,50%) y positiva de la renta variable (0,15%). El peso de renta fija sube al 74,12% y el de la renta variable sube al 20,67%.
La pata de renta fija del fondo lo ha hecho 110 puntos básicos peor que su índice de referencia en el periodo. Las inversiones en Mercedes 2033, Upjohn 2027 y Orix 2026 han sido los que más han aportado, mientras que las inversiones en SBB 2028, CTP 2027 y Citycon Perpetuo son las que más han detraído.
Por su parte, la selección de valores de la cartera de renta variable lo hizo mejor que su índice de referencia (MSCI World Net Total Return) en 3 puntos básicos. Los valores que más aportaron fueron Microsoft, Salesforce, Nvidia, Novartis y Prysmian; mientras que Bawag, LLoyds Banking Group, BNP Paribas, Iqvia y Axa fueron las que más drenaron. La crisis bancaria derivada de la quiebra de Silicon Valley Bank y el colapso de Credit Suisse arrastró al sector financiero y a aquellos valores con balances más endeudados al preverse un endurecimiento de las condiciones financieras. Entre las operaciones más destacadas en renta variable encontramos las ventas de Logitech International y Trimble; así como las compras en Orsted, Solaredge Technologies y Alfen.