2020 será recordado como un año de extremos. La peor recesión global desde la Gran Depresión, el mercado bajista más rápido y de forma consecutiva nos hemos metido en un mercado alcista en un tiempo record.
Tras los distintos episodios de elevada volatilidad que han marcado este año, finalmente 2020 ha terminado con una gradual “vuelta a la normalidad” y una recuperación generalizada de los mercados, destacando especialmente en esta última parte de año, aquellos activos de mayor riesgo, especialmente la deuda corporativa y la renta variable.
Las razones son varias:
- Pero hay una que toma el protagonismo sobre las demás: LOS AVANCES EN TORNO A LAS VACUNAS.
- Los fuertes estímulos por parte de Bancos Centrales y Gobiernos
- La eliminación de alguno de los frentes que aportaban incertidumbre: elecciones norteamericanas o las negociaciones del Brexit, cuyo acuerdo finalmente tomó forma a finales de 2020.
A lo largo del último trimestre hemos ido realizando una estrategia muy activa de las posiciones:
En cuanto a la cartera de renta variable hemos mantenido la exposición en el entorno del 52%, aumentando especialmente el peso en el sector tecnológico y medios de pago y reduciendo exposición al sector de petróleo. A lo largo del trimestre cerramos con éxito la estrategia con opciones sobre S&P 500 para aprovecharnos del incremento de volatilidad de mercado como consecuencia de las elecciones norteamericanas. Las estrategias que más han aportado han sido los relacionados con el sector tecnológico y retail. Por otra parte las que más han drenado han sido las posiciones en elos sectores de inmobiliario y petróleo.
En cuanto a la cartera de renta fija, hemos seguido muy activos especialmente en renta fija privada de grado de inversión y en el tramo de mayor calidad dentro del segmento de high yield que son las zonas donde vemos más valor, en el tramo medio de la curva 5-6 años dónde la valoración vemos más atractiva y manteniendo la duración en el entorno de 2 años. Destaca la fuerte aportación de las emisiones del sector financiero, autos, alimentación y deuda pública italiana. Por el contrario, la deuda emergente al final no ha aportado de forma positiva en el período.
Un titular va ser común para todo 2021: la búsqueda de la “ansiada normalidad”.
- VACUNA, VACUNA, VACUNA: que ayudará a esa vuelta a la normalidad, iremos viendo cómo se produce su implementación, que permitirá una gradual reapertura de las economías al facilitar una mayor movilidad. Esperamos que la mayoría de la población de los países desarrollados esté vacunada a finales de 2021 y en los países emergentes primer semestre 2022.
- En segundo lugar, otro tema del que vamos a hablar de cara al próximo año, es esa recuperación del PIB no sincronizada. Ni la recesión, ni la recuperación va a ser de la misma cuantía en las distintas zonas, destacando el vigor de China y EE.UU. frente a Europa. Desde un punto de vista de ciclo global, sí podemos afirmar que nos encontramos en una primera fase de expansión, con las implicaciones muy positivas que tiene desde el punto de vista inversor.
- En tercer lugar, otro tema que en 2020 fue clave para los mercados, el apoyo de los Bancos Centrales y estímulos fiscales, pensamos que poco a poco irá perdiendo protagonismo. Sí es cierto que tanto la Fed como especialmente el BCE continuarán con políticas muy acomodaticias permitiendo que los tipos de interés continúen en niveles muy bajos, y que la política fiscal en 2021 continuará dando apoyo, pero en menor cuantía que en 2020.
- Por último, conforme seamos capaces de ir alcanzando esa “mayor normalidad”, va a ser un año donde el foco va a estar en la parte más “micro” de las economías. Foco en las empresas, foco en la recuperación de beneficios, cuyas estimaciones a nivel global se encuentran entre crecimientos del 20-35%, y lo que es más importante, previsiones que se han estabilizado desde los avances en las vacunas.
¿EN QUÉ ACTIVOS VEMOS VALOR A MEDIO PLAZO?
- En RENTA FIJA, seguimos viendo valor en CRÉDITO. Los diferenciales pueden continuar estrechando gracias a que las grandes compras del BCE generarán una oferta negativa de bonos hacia los inversores privados, por lo que el apetito inversor será muy elevado. Más interesante si cabe vemos el segmento de high-yield, donde las oportunidades son mayores.
- En RENTA VARIABLE, nuestra visión sigue positiva a medio plazo:
- Desde el punto de vista de ciclo: nos encontramos en una zona muy atractiva para el mercado.
- Es cierto, que en términos de valoración absoluta los niveles de PER nos pueden parecer algo estresados, sin embargo estos múltiplos están muy soportados, si las revisiones de beneficios siguen siendo positivas.
- Tanto en términos de flujos como de posicionamiento el mercado nos sigue dando soporte, aunque el sentimiento haya llegado a niveles algo extremos.
- En cuanto a sectores: el nicho fuerte de nuestras carteras sigue estando en aquellos sectores de crecimientos más estables, como consumo global, tecnología o sanidad, sin embargo, el momento de ciclo nos lleva a una cierta rotación hacia sectores más cíclicos, pero siempre desde una óptica de calidad. Así autos, infraestructuras, bienes de equipo, etc, pueden ser buenas oportunidades.