La renta variable tuvo otro trimestre sólido en el primer trimestre de 2024, con los principales índices alcanzando nuevos máximos históricos. El crecimiento resiliente, la temporada de resultados decente y el inicio del ciclo de flexibilización de los bancos centrales impulsaron las expectativas de aterrizaje suave. A medida que la inflación mostraba signos de rigidez, especialmente en EE. UU., se redujeron las expectativas de recortes de tipos agresivos desde principios de año, lo que provocó un aumento de los rendimientos y rendimientos negativos para los bonos del Tesoro. Por otra parte, la renta fija privada ha tenido un buen comportamiento en un contexto de spreads de crédito a la baja, con mayor interés por aquellos segmentos de peor calidad crediticia.
La aceleración del crecimiento y los vientos de cola de la Inteligencia Artificial impulsaron inicialmente las acciones estadounidenses, pero la renta variable europea y japonesa logró obtener un rendimiento superior durante el trimestre.
La actividad de la UE mostró signos alentadores de recuperación desde los mínimos, mientras que en Japón, el Banco de Japón logró salir finalmente de la política de tipos negativos, ya que la reflación parece estar afianzándose. Sin embargo, el débil crecimiento chino siguió obstaculizando la renta variable de los mercados emergentes.
El petróleo y las materias primas tuvieron un rendimiento superior, con el oro alcanzando niveles récord, mientras que el dólar subió modestamente durante el trimestre.
En cuanto a sectores destacamos: como los cíclicos superaron a los defensivos durante el trimestre, ya que el sentimiento macroeconómico y de beneficios se volvió más constructivo. El hecho de que los inversores empiecen a pagar antes de la esperada recuperación de los beneficios a finales de año significa que la rentabilidad superior de los cíclicos ha estado impulsada principalmente por el PER. La Inteligencia Artificial impulsó los servicios de tecnología y comunicación, mientras que los industriales se recalificaron en la recuperación del PMI. El sector financiero también tuvo un rendimiento superior, beneficiándose de un crecimiento resistente, rendimientos más altos durante más tiempo y mayores recompras, especialmente en Europa. Energía y Materiales se quedó rezagado en el primer trimestre, pero una rotación hacia los rezagados hizo que tuvieran un rendimiento superior en marzo.
Ibercaja Pensiones Sostenible y Solidario se revaloriza un 5,98% en el primer trimestre del año tras comisiones y gastos. A lo largo de este primer trimestre del año, la cartera de renta fija ha aportado más de 0,5% de rentabilidad, destacamos como hemos incrementado la duración de la cartera hasta los 2,8 años (a finales de año se situaba en 2,5 años), así como una TIR bruta de cartera en el entorno del 4%. Ante los posibles recortes de tipos en Europa en el mes de junio, se ha incrementado la exposición a deuda pública alemana, llegando al 5%, para aprovechar ese posible recorte. Seguimos prefiriendo el crédito y continuamos alargando duracion en la cartera.
En cuanto a la cartera de renta variable, destaca el buen comportamiento de sectores con fuerte presencia en cartera, tecnología, sanidad e industriales, entre los valores que resaltamos son Nvidia, Microsoft, UCB, ASML y Merck USA. Por el contrario Neste Oil, Grifols, ERG, Valeo y Smith & Nephew son los valores que han drenado rentabilidad. La exposición a renta variable cierra el trimestre en 57,84%, similar al nivel de cierre de 2023. La aportación de la cartera de renta variable en el trimestre ha sido de un 5,85%.
Para el próximo trimestre, a destacar:
- Datos crecimiento económico: los datos nos invitan a una ligera desaceleración en EE.UU. y aun mantenimiento en Europa. Sin embargo, los indicadores de confianza empresarial están ya claramente repuntando, por lo que las estimaciones de crecimiento tienen poco riesgo a la baja.
- Inflación: necesitamos más datos para monitorizar de nuevo una senda más consistente de bajada, después de los datos de repunte en enero y febrero.
- Bancos Centrales: será clave la reunión de junio, donde pensamos pueden acometerse las primeras bajadas de tipos del ejercicio.
En este contexto,
- Renta Fija:
Creemos que, tras el buen comportamiento de marzo, el mercado puede volver a tener dudas con los datos de inflación de marzo (a publicar en abril), que por la estacionalidad de la Semana Santa y el comportamiento reciente del precio del petróleo es difícil que sorprendan a la baja. Una vez conocidos, el trayecto es más sencillo: el dato de abril se verá favorecido por la estacionalidad y la probabilidad de bajadas de tipos debería incrementarse. Es decir, para el conjunto del trimestre, nuestra recomendación es la de seguir “comprando las correcciones”. Aprovecharíamos los momentos de duda del mercado para seguir aumentando las duraciones de nuestras carteras. Nos sigue gustando más la renta fija privada de grado de inversión que la deuda pública.
- Renta variable:
Desde diciembre venimos pronosticando una corrección que no se produce. La ligera rotación que se ha producido en marzo ha provocado que los indicadores de sentimiento no se sitúen por encima de los niveles de febrero, a pesar de las nuevas subidas. Otros indicadores, como la volatilidad implícita de los mercados de opciones, siguen en niveles extremos, pero ya llevan tiempo en ellos. En conjunto, la corrección debería llegar en algún momento. Por ello, estamos realizando una gestión activa cuanto a exposición a renta variable y renta fija, sectores y valores dentro de los mismos.