El segundo trimestre del año presenció el suelo en mercado. Tras una abrupta corrección iniciada por el sector tecnológico y los miedos de sobrecapacidad en infraestructura para IA, apuntalados por la aparición de DeepSeek, siguió el devenir arancelario de Trump con amenazas exorbitadas y miedos de recesión en Estados Unidos motivó correcciones generalizadas. Los mínimos se alcanzaron el 7 de abril, antesala de una fuerte recuperación en V, que hizo repuntar al índice global MSCI World un 24%. Así, el MSCI World, en dólares, sube un 10,96% en el segundo trimestre del año, con sectores como tecnologías de la información, servicios de comunicación, industriales y consumo discrecional subiendo más de un 10%; mientras que petróleo y sanidad corrigen cerca de un 5%. A destacar en el trimestre la fuerte depreciación del dólar, que pierde un 8,23% frente al euro.
En renta fija, el trimestre comenzó con fuertes subidas de los diferenciales de crédito que afectaron especialmente a las compañias high yield; mientras que la deuda pública actuó de activo refugio, subiendo en precio y cayendo en rentabilidades. El crédito investment grade tuvo un efecto más neutral o ligeramente negativo en el mes de abril. Sin embargo, el resto del trimestre sirvió para que se recuperará y la deuda volvió a corregir hacia niveles previos al liberation day y el crédito ya se encuentra, en algunos casos, por encima de dicho shock. En cuanto a los tipos de interés, el BCE ha continuado con su senda bajista llevando los tipos al 2,15%, mientras que la Reserva Federal no ha tomado decisiones al respecto, manteniendo los tipos en el rango 4,25%-4,50%.
A lo largo de este segundo trimestre del año, la cartera de renta fija ha sido capaz de conseguir un 0,62% de rentabilidad, destacamos la duración de la cartera en el entorno de 3,31 años, así como una TIR bruta de cartera en el entorno del 3,47%. En el lado positivo destaca el buen comportamiento del sector financiero e inmobiliario. Ningún sector ha tenido un comportamiento negativo.
En cuanto a la cartera de renta variable se ha beneficiado este trimestre del posicionamiento largo en tecnología e industriales, que ha compensado el peor comportamiento del sector salud. Microsoft, Nvidia, Oracle, Ciena y Taiwan Semicondutor-ADR, todos del sector tecnológico, han sido los valores que más han aportado; mientras que UnitedHealth, Becton Dickinson, Thermo Fisher, Merck &Co y Visa, han sido los que más rentabilidad han drenado. La exposición a renta variable sube en el trimestre y se sitúa 63,16%, siendo los sectores tecnología, sanidad e industriales los más representados, balanceando crecimiento y defensividad. La aportación de la cartera de renta variable en el trimestre ha sido de un 2%.
En cuanto a renta fija:
Empezamos el tercer trimestre en niveles de tipos en deuda pública en la parte alta del rango, por lo que podríamos ver un comportamiento positivo tácticos si la situación vuelve a tensarse con las decisiones de Trump y que vuelve a actuar de activo refugio. En crédito, los spreads continúan en mínimos y en niveles tensionados, por lo que seriamos más cautos en High Yield, donde podemos ver correcciones en compañias expuestas a las tarifas. En Investment Grade continuamos positivos, pero buscando oportunidades en compañias de calidad. En cuanto a tipos, esperamos que el BCE baje como mucho una vez más los tipos para finales de años, pero será bastante dependiente de los datos y para la FED entre una y dos de cara a final de año también.
Con estos movimientos, hemos reducido algo de exposición a crédito High Yield para ir hacia crédito de más calidad, manteniendo un peso en deuda pública europea. Redujimos la exposición en deuda pública alemana para mantener la exposición a Italia por la mayor rentabilidad que ofrece. Aprovecharíamos los momentos de estrés para tomar posiciones en crédito Investment Grade manteniendo las duraciones.
En cuanto a renta variable:
Tras una recuperación en V y la recuperación de máximos en los índices globales de renta variable, esperamos que los próximos meses sean de consolidación, más aún cuando la liquidez en mercado es menor en período estival.El impacto arancelario no se ha trasladado todavía a inflación porque, entre otras razones, todavía no ha entrado en vigor el arancel mínimo del 10% anunciado el 2 de abril, ni las tarifas específicas en función del déficit comercial. Al mismo tiempo, a diferencia de 2018, el dólar se ha depreciado, lo cual agrava el impacto para las cuentas de resultados de las empresas americanas y, por ende, el consumidor.
Una manera de protegernos frente a esos impactos está en invertir de manera diversificada en empresas con tasas de crecimiento sólidos, capaces de trasladar al consumidor el incremento de precios y con vientos de cola en cuanto a crecimiento secular. Ibercaja Pensiones Sostenible y Solidario invierte mayoritariamente en temáticas de crecimiento estructural, soportadas por dinámicas transformadoras que marcarán la evolución de empresa y economía a medio y largo plazo. Si bien su comportamiento también puede verse impactado por la evolución macro, confiamos en que la fortaleza del crecimiento subyacente a estas dinámicas actúe de catalizador.
A medio plazo, la expectativa es positiva gracias a: (i) política fiscal expansiva, (ii) recortes de tipos de interés, (iii) bajos precios de la energía, (iv) recuperación de las inversiones y (v) eficiencia derivada de la IA.